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ORIENTACIÓN PROFESIONAL EN CÓRDOBA

LAS BOLSAS DE EMPLEO

LAS BOLSAS DE EMPLEO

Me llamo Ana y he echado la bolsa del Ayuntamiento, ¿Qué posibilidades tengo de ser llamada? 

 

Esta pregunta puede que esté en la mente de unos cuantos miles de habitantes de Córdoba, aquellos que  han entregado la documentación necesaria para participar en la  bolsa de empleo del Ayuntamiento, en un ir y venir por las oficinas SAE, Seguridad Social, revolver en las antiguas carpetas para encontrar un contrato o un TC2, esperar cola en el ayuntamiento, porque muchos de ellos/as no se han creído o no se han fiado de que podían  enviar documentación por  correo, registrarla en los centros Cívicos o bien en otras administraciones.   

Cuando  los demandantes de empleo  acuden a las Unidades de Orientación  una de las consultas más frecuentes es <<¿Cómo puedo acceder a un empleo?>>. Se les informa entonces a cerca de las diferentes vías de acceso al mercado laboral, incluida aquella dirigida a conseguir un Empleo en la Administración,  o lo que es igual,  el llamado “Empleo Público”; en el que el proceso viene marcado, en  primer lugar, por la elección del tipo de oposición a la que se  quiere optar y la aceptación de que dicha elección va a tener consecuencias en su  vida ( dedicación en tiempo, esfuerzo y dinero) y de que no siempre llevará a  los resultados esperados... aunque también es verdad que la voluntad mueve montañas. Estas  personas que se preparan oposiciones, normalmente conocen, o por lo menos intuyen,  las dificultades a las cuales se  enfrentan.  

Otra  vía de acceso al empleo es el “Empleo Privado”. Esta opción no lleva la preparación de oposiciones, sino a utilizar otros recursos. Se trata de “emplearnos activamente en la búsqueda de empleo”, preparar las herramientas necesarias, conocer el mercado laboral, utilizar red de contactos, responder ofertas, realizar autocandidaturas y, desde un primer momento, definir el objetivo laboral.

 

Pero, de pronto, entre estas dos vías de acceso al empleo aparece una tercera: “las bolsas de empleo”. Parecería  la opción de tener un empleo público pero sin tener que pasar por la parte más negativa del mismo, es decir, las oposiciones; y sin los inconvenientes de la  búsqueda del  “Empleo Privado”, en ese ir y venir a empresas, buscar red  de contactos, revisar currículum, hacer cartas de presentación… 

 

¿Pero que ocurre? Si bien no debemos restar importancia a esta vía de acceso, y menos aún poner en duda la buena voluntad de las administraciones, en negociación con los agentes sociales,   para nutrirse de personal cualificado que le permita cubrir bajas, tampoco me parece justo “jugar” con los desempleados/as  que ven en estas bolsas una salida  laboral a su  dilatada carrera en el desempleo. Y yo,  desde la  Unidad de Orientación,  Forja XXI, en la que  atiendo al colectivo de mujeres, veo como estás,  sean jóvenes o adultas, tengan o no experiencia, cargas familiares o sin ellas, estén en economía sumergida o regular, tengan oficio o no lo tengan;  han sufrido las dos o tres horas de espera para realizar el registro de su documentación, sembrando dentro de sus corazones una esperanzas asentadas sobre bases imaginarias,  ¡A ver si tengo suerte!.

 

La realidad ha sido que durante los 4 años de vigencia de la bolsa anterior, según fuentes del diario  ABC de  Córdoba, http://cordoba.abc.es/20061010/cordoba-cordoba/bolsa-trabajo-trae-cola… de las 40000 personas que presentaron la solicitud,  sólo han trabajado 700, suponiendo un 5% del total. Y yo me pregunto: ¿Por qué se crea esas expectativas de empleo en la población  desempleada?  ¿Por qué tantas personas se amontonan en las puertas de las administraciones cuando se abren  Bolsas de Empleo?.

 

Ana Arboledas Bellón

 

1 comentario

Teresa -

Como poco (¡¡!!) es sorprendente y "crudo" conocer las estadísticas de los resultados reales de las bolsas de empleo. Pienso que el demandante debe conocerlas y los orientadores deben difundirlas, para poder valorar y tomar una decisión lo más acertada posible acerca del propio itinerario de inserción... Pero, en cualquier caso y a pesar de las bajas expectativas y la escasa motivación que ello provoca, me pregunto qué otra actividad más "interesante" tiene el demandante de presentar (al menos) una solicitud de empleo y qué otra información más "positiva" puede aportar el orientad@r en este mercado laboral pobre de oportunidades ?¿?¡