LAS FUENTES INAGOTABLES DE LA HISTORIA.

Durante los ya más de 15 años que llevo trabajando en asuntos relacionados con el empleo son muchas las ocasiones en las que he topado con manidas expresiones relativas a “la continua evolución del mercado de trabajo…”, “los nuevos retos a los que se enfrenta la persona que busca empleo…”, “los importantes avances tecnológicos producidos…”.

 Por un lado, confieso, es lo que me gusta de mi profesión: si el contenido de mi trabajo evoluciona, yo, evoluciono con él. Pero por otro lado, no puedo evitar el desasosiego que me provoca considerar que todo cambia y si sabré estar a la altura ante tantos avances. (Panta rei que decía Heráclito de Éfeso) Y esa es otra. Tiendo a usar -cuando puedo- citas de los clásicos, y no deja de llamarme la atención que incluso cuando he empleado alguna de autores recientes de los años 50, 60 o 70, algún buen compañero, sin respeto a mis canas, me ha llamado antiguo o desactualizado. Total, que con estas reflexiones del devenir del tiempo me he animado, con ayuda de mi mujer que es archivera, a iniciar una aventura en el pasado para rastrear documentalmente elementos permanentes relacionados con el trabajo, su búsqueda y desempeño.   Estaré encantado pues, a partir de hoy, de compartir con vosotros por éste y otros medios algunos de estos hallazgos. Empezaré, para abrir boca, con un documento de 1.639 que es una espléndida carta de presentación y original currículum, donde el desempleado muestra sus competencias profesionales y el modo en que las desarrolló para desempeñar un concreto oficio: Verdugo. En la imagen aparece digitalizado el documento procedente del Archivo Municipal de Toledo, cuya trascripción literal os presento.

 “PARA POBRES DE SOLEMNIDAD DOS MARAVEDÍES AÑO DE 1639 /

SELLO QUARTO DE MIL E SEIS CIENTOS E TREINTA E NUEVE 

Domingo Alonso, preso en el Carzel real desta ciudad/

y vecino y natural de la de Salamanca. Digo que por la/

Justicia de ella fuy condenado a diez años de galeras/

a remo y sin sueldo y desde allí fui rimitido a esta dicha/

carzel donde estoy. Y es llegado a mi noticia que /

en esta ciudad no ay oficial que ejequte las sen/

tencias que la justicia de ella da contra los dilincuen/

tes. Y yo e ejercido este oficio muchos años donde/

ejecuté sentencias de muerte tormentos y otras co/

sas tocantes a mi oficio. Y en esta carzel las e ejecutado /

de tormentos por mandado del señor Alcalde Mayor./

Por lo qual y por entender bien dicho oficio y estar/

ejercitado en él pido, la plaza desta ciudad./

A vuestras señorías pido y suplico manden admitirme en la dicha /

plaza de oficial y que se me de en la forma que vuestras señorías /

 mandaren y es costumbre. Pido justicia  Domingo Alonso”  

Y es que el tiempo, si algo de positivo tiene, es que nos permite ver lo pasado con perspectiva.  Y la gente, si algo bueno tenemos, es que somos  capaces de analizar las cosas desde distintos prismas ¿o no? ¿Acaso las aportaciones de hoy no servirán mañana?     

                                 Jesús Villafuerte Fernández                                  

                            Orientador Laboral de Andalucía Orienta

3 comentarios

[Yoriento - 03 de abril de 2008 - 20:03]

Jesús, estimulante tu aportación para seguir recordándonos que lo nuevo muchas veces sólo lo parece y que lo antiguo muchas veces sigue siendo nuevo... ;-)

[Paqui - 03 de abril de 2008 - 13:58]

Muy interesante, estaba muy preparado y además con experiencia, y eso ya es mucho. Supongo que de todo nuestro esfuerzo algo quedará para nuestros nietos.

[Luis - 03 de abril de 2008 - 09:06]

Muy bueno Jesús, menudo curriculun, dispuesto a realizar prácticas, continuar formandose, conocedor del mercado laboral, de su profesion y capacitado en el uso de las NNTT de la época... Y es que, aunque todo fluye con mucha rapidez en nuestra profesión, Domingo sería hoy en día uno de mis mejores IPIs... seguro que le dieron el trabjao